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RONDAS DE AGRADECIMIENTO

por Caro Muñoz Agopian

Aprender a poner en palabras lo que pensamos, sentimos y creemos es un desafío que comienza en los primeros años de vida. Es cierto que cada vez más se nos enseña lo específico de un sustantivo, de los significados y la complejidad del lenguaje, pero muchas veces pareciera que a los adultos se nos olvida un ingrediente fundamental que es el para qué de su uso.

De más está decir que es para entendernos, comunicarnos. Lo más rico es la contrucción que nos permite. Desde esa construcción es que con y desde la palabra podemos edificar faros que iluminen el camino.

La palabra nos permite nombrar, dar entidad y a veces hasta significado. Nos permite notar, nos permite parar y pensar. La palabra nos permite también procesar. Nos permite decodificar.

Con la palabra podemos decir lo que pensamos, sentimos o creemos. Con ella podemos AGRADECER.

Agradecer hace que tu sistema inmunológico se vuelva más fuerte. Logras tener mayor optimismo, felicidad y fuerza mental. Nos permite tener emociones positivas y relaciones mejoradas. Disminuye la ansiedad y la depresión mejorando la calidad del sueño, favoreciendo el crecimiento postraumático, previniendo el suicidio, promoviendo conductas saludables. Cuando agradecemos, nuestro cerebro libera dopamina y serotonina, que son dos neurotransmisores que nos hacen sentir bien.

Agradecer, entonces, se vuelve una pieza clave en nuestra salud si lo vemos desde el beneficio que nos trae. Lo más hermoso es que cuando agradecemos a otro, ese beneficio tiene doble impacto.

Hoy quiero regalarte un recurso hermoso. Se llama las Rondas de Agradecimento y consiste en conectar con aquellas cosas casi mínimas (o no) de las personas de tu entorno y agradecerles.

Agradecerle a mi compañero/a por la cena que preparó o la bolsa que me ayudó a cargar, agradecerle a mi hija que se enojó y no me gritó, si no que fue a su cuarto a encontrar calma y volvió cuando podíamos charlar, agradecerle a mi amiga que leyó un libro y me compartió un fragmento que me movilizó, a mi vecino que me ayudó, y así. Cuando nos abrimos a agradecer nos conectamos con el universo con otra amplitud.

Nuestros pensamientos son creadores de nuestros días, y estoy segura de que vibrar en una vida agradecida es vibrar una vida en plenitud.

 Descargá acá la Guía para rondas-de -agradeciemiento-experiencias-canguro y mejorá tu vida desde ahora.

#SomosCanguro